El disco se caracteriza por su gran calidad musical, de una cuidadosa y elaborada producción. Su repertorio es variado y surge dentro de la música infantil como una propuesta singular y comprometida, recopilando voces de distintos pueblos y épocas y desplegando una variada riqueza sonora y temática.

Ritmos rioplatenses, chacareras, aires norteños, tambores, charango, sikus, quenas y sonidos de la tierra.

El viento se cuela recopilando voces y llevando sonidos en el aire que viajan por el mundo a través de pequeñas poesías musicalizadas.

Sus canciones cuentan historias. Entre tema y tema se cuelan “yapitas”, recitados y risas de niños del norte de Argentina y Bolivia que conmueven por su espontaneidad y simpatía.

Un producto de alto contenido artístico y calidad musical, por lo cual se vuelve interesante también para los adultos trascendiendo un público definido.

La artista fue becada por el Fondo Nacional de las Artes y realizó grabaciones en distintos lugares del país recopilando voces y canciones de los niños, las cuales se reflejan en su trabajo, cargado de frescura y tradiciones.